La entrada de hoy es un tanto peculiar, ya que no trata de la presentación de un estudio, investigación o artículo. Sin embargo, me parece que resultará del agrado de los huéspedes de esta posada leer las intervenciones que Félix Tomillo Noguero hizo prologando y clausurando las Jornadas literarias "El Quijote: de ficción lúdica a paradigma universal" que se celebraron, con motivo del IV centenario de la publicación de la primera parte de El Quijote, en la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC), de Valladolid, los días 23, 24 y 25 de mayo de 2005.
Antes de transcribir ambas intervenciones, es oportuno contextualizar. El protagonista principal de estas jornadas (único ponente, tres ponencias) es "una autoridad mundial en la literatura cervantina y delibiana. Nacido en Valladolid en 1939, es doctor en Filología Hispánica, académico y profesor titular de la Pontificia Universidad Católica, PUC, de Chile." Se trata del Dr. Ángel Rodríguez González. Gracias al profesor Francisco José García Gómez, amigo del Dr. Rodríguez, y al tesón de Félix Tomillo Noguero, las jornadas pudieron finalmente organizarse después de superar inauditas aventuras y 'encantamentos'. Fue él el que coordinó la organización (el programa lo reproducimos al final de la entrada) implicando a los Amigos del Teatro de Valladolid y a su director Ángel María de Pablos, al Museo Casa de Cervantes de Valladolid, a la Diputación de Valladolid, e incluso a la Junta de Castilla y León, de la que obtuvo unos "maravedís" para cubrir algunos gastos.
Inauguración de las Jornadas literarias en la UEMC |
Es digno de mención que de la Excelentísima Diputación Provincial de Valladolid consiguió la cesión de varios grabados que Gustavo Doré hizo "para atavío de la estampación francesa de El Quijote de mil y ochocientos y sesenta y tres. Las medidas de la mesma sala no valen para mostrar los trescientos y setenta y siete grabados originales, por cierto, alrededor de uno por cada mil palabras de El Quijote." Estos grabados han ambientado el Salón de Actos de la Universidad durante diez años.
Prólogo de las Jornadas (Félix Tomillo Noguero)
Desocupados lectores u oyentes:
Como Ustedes saben, <<desocupado lector>> son las primeras palabras de Cervantes en el prólogo de El Quijote y las hago mías en este prefacio, en el que voy a utilizar con alguna frecuencia términos, expresiones, giros y frases cervantinas, o bien las parodiaré.
Por el Retor, mi señor, se me manda y yo aceto, obediente escudero sin rucio ni ínsula, presentar ante vuesas mercedes al ingenioso Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Valladolid, mas antes, en el Colegio de la Inmaculada de los Maristas, Bachiller de Reválidas que hoy parecen molinos gigánteos y esfuerzos épicos y sin cuento: don Ángel Rodríguez González, Duque de Cervantes, Marqués de Delibes, Conde de Homero, Jorge Manrique y Calderón de la Barca, Vizconde de García Lorca, Miguel Hernández, Claudio Rodríguez y Ángel González y Señor de Borges, Juan Rulfo y otros dominios.
Don Ángel Rodríguez González es por naturaleza, oh felice ventura, hijo ilustre de Valladolid, donde se afinca parte de la su familia y, a lo que se ve, grande cantidad de amigos y seguidores.
Ha muchos años en el oficio de catedrático de su asumpto en la Pontificia Universidad Católica, de Chile. <<Enseña, deleita y admira>> en sus particulares ejercicios: teoría de la literatura, literatura general y literatura española. Autor de numerosos estudios y ensayos, todos los años le trujen por su autoridad para acá (Valladolid, Salamanca, Santander y otras juridiciones académicas europeas) y le gastan en vagar por allá invitado por diversas universidades de Las Indias, porque avenidos unos y otros honramos y aclamamos juntamente su sencilla y gallarda humanidad, su bizarra labor y su valerosa obra, merecedoras de un premio o reconocimiento de la su tierra, pues allende otras naciones ya le han coronado asaz veces con lauros, laureles y alabanzas principales.
Por cierto, una de las grandes satisfaciones recebidas por don Ángel Rodríguez González fue cuando el caballero don Miguel Delibes Setién en persona asistió, en enero de mil y novecientos y noventa y nueve años, a la su conferencia (Cervantes diría discurso, plática, leción...) sobre el libro intitulado El hereje, que acababa de imprimirse; es probable que fuera el primer estudio literolingüístico acerca de tan magistral novela.
Pero, don Ángel Rodriguez González <<no busca los regalos del mundo>>. Sin preocuparse, distraídamente, camina, a la semejanza de Don Quijote, por <<las asperezas por donde los buenos suben al asiento de la inmortalidad>>.
Como en el soneto de Amadís de Gaula a Don Quijote de la Mancha, su <<patria es en todas la primera... declarando muy al vivo su linaje>>. Ocupó los cargos de Secretario del Círculo de Profesionales Hispánicos y de Director del Estadio Español de Santiago de Chile (centro recreativo cultural y deportivo con más de 11.000 socios) y agora es miembro del Consejo de Residentes Españoles.
Prólogo de las Jornadas (Félix Tomillo Noguero)
Desocupados lectores u oyentes:
Como Ustedes saben, <<desocupado lector>> son las primeras palabras de Cervantes en el prólogo de El Quijote y las hago mías en este prefacio, en el que voy a utilizar con alguna frecuencia términos, expresiones, giros y frases cervantinas, o bien las parodiaré.
Por el Retor, mi señor, se me manda y yo aceto, obediente escudero sin rucio ni ínsula, presentar ante vuesas mercedes al ingenioso Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Valladolid, mas antes, en el Colegio de la Inmaculada de los Maristas, Bachiller de Reválidas que hoy parecen molinos gigánteos y esfuerzos épicos y sin cuento: don Ángel Rodríguez González, Duque de Cervantes, Marqués de Delibes, Conde de Homero, Jorge Manrique y Calderón de la Barca, Vizconde de García Lorca, Miguel Hernández, Claudio Rodríguez y Ángel González y Señor de Borges, Juan Rulfo y otros dominios.
Don Ángel Rodríguez González es por naturaleza, oh felice ventura, hijo ilustre de Valladolid, donde se afinca parte de la su familia y, a lo que se ve, grande cantidad de amigos y seguidores.
Ha muchos años en el oficio de catedrático de su asumpto en la Pontificia Universidad Católica, de Chile. <<Enseña, deleita y admira>> en sus particulares ejercicios: teoría de la literatura, literatura general y literatura española. Autor de numerosos estudios y ensayos, todos los años le trujen por su autoridad para acá (Valladolid, Salamanca, Santander y otras juridiciones académicas europeas) y le gastan en vagar por allá invitado por diversas universidades de Las Indias, porque avenidos unos y otros honramos y aclamamos juntamente su sencilla y gallarda humanidad, su bizarra labor y su valerosa obra, merecedoras de un premio o reconocimiento de la su tierra, pues allende otras naciones ya le han coronado asaz veces con lauros, laureles y alabanzas principales.
Por cierto, una de las grandes satisfaciones recebidas por don Ángel Rodríguez González fue cuando el caballero don Miguel Delibes Setién en persona asistió, en enero de mil y novecientos y noventa y nueve años, a la su conferencia (Cervantes diría discurso, plática, leción...) sobre el libro intitulado El hereje, que acababa de imprimirse; es probable que fuera el primer estudio literolingüístico acerca de tan magistral novela.
Pero, don Ángel Rodriguez González <<no busca los regalos del mundo>>. Sin preocuparse, distraídamente, camina, a la semejanza de Don Quijote, por <<las asperezas por donde los buenos suben al asiento de la inmortalidad>>.
Como en el soneto de Amadís de Gaula a Don Quijote de la Mancha, su <<patria es en todas la primera... declarando muy al vivo su linaje>>. Ocupó los cargos de Secretario del Círculo de Profesionales Hispánicos y de Director del Estadio Español de Santiago de Chile (centro recreativo cultural y deportivo con más de 11.000 socios) y agora es miembro del Consejo de Residentes Españoles.
Ángel Rodríguez González |
En aquesta Universidad, la de Miguel de Cervantes llamada, y con ocasión de la centenaria conmemoración de la crónica que es de aseguro la obra fecha por un solo autor más leída en la historia del género humano, anhelamos rendir honores al <<hijo del entendimiento>> de nuestro patrón, a la figura de triste semblante, al de las <<finezas de enamorado... de la sin par Dulcinea del Toboso>>, a aquel hidalgo que ya debe frisar los cuatrocientos y cincuenta años de edad. Queremos <<honralle, festejalle y regocijalle>> por sus aventuras y desventuras de universal admiración. Procuramos ansí que nuestros huéspedes fagan dichos como aqueste: <<es grande amigo mío ese Cervantes>>, aunque se lamenten de que sea <<más versado en desdichas que en versos>>. Y que los dichos huéspedes sigan el consejo que a la sazón da Don Quijote a Sancho: <<hemos de matar... a la pereza, con andar por todas las partes del mundo, buscando las ocasiones que nos puedan hacer y hagan, sobre cristianos, famosos caballeros>>.
Por eso, hemos pedido al profesor Rodríguez González que oficie una fiesta de tres días a la que invitamos a todos los varones, doncellas y dueñas de bien, enclavado don Alonso Quijano el Bueno, el cual, a buen seguro, resucitará una vez más para ser el Caballero de la Triste Figura venga como venga vestido (de castellano, teutón o araucano), representando con su presencia lo que don Ángel define como <<el auténtico paradigma universal de todos los héroes>>.
Para ello desvelará agora cómo Cervantes es un maestro del juego que se desencadena entre la realidad y la ficción, creando un conflicto en el <<desocupado lector>>. Mañana, martes, continuará profundizando en los entresijos del facer lúdico cervantino respecto del <<lector suave>> a través de sus obras, explicando la su tesis sobre la inexistente segunda parte de La Galatea. Y pasado mañana, miércoles, demostrando su capacidad de abarcar y entretejer la literatura cervantina y la delibiana, nos expondrá lo que considera el ejemplo más evidente y actual de la intertextualidad cervantina quijotesca: el personaje de Cipriano Salcedo, protagonista de El hereje, creación de otro Miguel, don Miguel Delibes Setién.
Para aderezar las Jornadas y como por su casta sólo actúan en solenes y excelentes fiestas, tenemos, <<carísimos lectores>>, la compañía de artistas intitulada Asociación de Amigos del Teatro de Valladolid, que dirige otro vallisoletano de pro: don Ángel María de Pablos. Aqueste año se está dedicado a venerar el libro que aquí nos reúne, porque recuerden que <<para componer historias..., de cualquier suerte que sean, es menester un gran juicio y un maduro entendimiento. Decir gracias y escribir donaires es de grandes ingenios>>.
Para adornar aquesta sala no habemos <<guirnaldas de verde laurel y rojo amaranto tejidas>>, sino unos grabados de Gustavo Doré aumentados de tamaño y prestados por la Excelentísima Diputación Provincial de Valladolid. Los fizo Doré para atavío de la estampación francesa de El Quijote de 1863 (mil y ochocientos y sesenta y tres). Las medidas de la mesma sala no valen para mostrar los 377 (trescientos y setenta y siete) grabados originales, por cierto, alrededor de uno por cada mil palabras de El Quijote.
Casi <<olvidábaseme de decir>> que estamos harto agradecidos a la Junta de Castilla y León por el ayuda en maravedís y al Museo Casa de Cervantes por las muchas y buenas atenciones prestadas.
Es el momento, pues, de que aqueste prólogo termine y comience agora la fiesta prometida. Queden vuesas mercedes con Dios.
Uno de los grabados de Doré en el Salón de Actos de la Universidad |
Clausura de las Jornadas (Félix Tomillo Noguero)
Reflexiones finales.
1º Las jornadas cervantinas y El Quijote.
Esta Universidad lleva el nombre de Miguel de Cervantes pese a que Cervantes no fue universitario. No tengo claro si le importó o no. Lo que si sé, es que creía que la Universidad más importante es la escuela de la vida. Plenamente, de acuerdo con él me atrevo a discrepar públicamente de cuantos dirigentes universitarios, y no son pocos, se consideran el ombligo del mundo, lo cual no es nada universitario.
Sin embargo, comparto la tesis de Borges que sostiene que el autor de El Quijote <<eres tú, hipócrita lector, mi semejante y mi hermano>>. Carlos Fuentes, al aceptar hace 20 días justos el doctorado “honoris causa” de la Universidad de Castilla-La Mancha, completó la idea de Borges, con esta frase: <<Somos nosotros, los que al leer la primera novela moderna, le damos su actualidad a la novela de la incertidumbre>>.
2º El hereje.
Sin embargo, comparto la tesis de Borges que sostiene que el autor de El Quijote <<eres tú, hipócrita lector, mi semejante y mi hermano>>. Carlos Fuentes, al aceptar hace 20 días justos el doctorado “honoris causa” de la Universidad de Castilla-La Mancha, completó la idea de Borges, con esta frase: <<Somos nosotros, los que al leer la primera novela moderna, le damos su actualidad a la novela de la incertidumbre>>.
2º El hereje.
Como todos sabemos, Delibes que, entre los galardones de mayor enjundia no sólo ha recibido el Príncipe de Asturias (1982) y el Premio de las Letras Españolas (1991), sino también el mismísimo Cervantes (1993), es como acotan los versos de Jorge Guillen <<manantial continuo de gran inspiración,/ auténtico vivir cuajado en escritura/ límpida, magistral, y así tan convincente>>.
Con El hereje, Delibes ha creado la novela perfecta, según la calificación de la autoridad de Ángel Rodriguez. Y ruego a Dios con todas mis fuerzas que acierte de lleno quien ha escrito la biografía literaria delibiana del Instituto Cervantes, cuando afirma que El hereje (1998) <<reúne lo mejor del temperamento de Delibes y da a entender que los límites de su obra completa aún no se han cerrado y admiten una gozosa dilatación>>.
3º Ángel Rodríguez.
Destacaría de él, su caballerosidad, su cervantofilia, su delibianofilia y, sobre todo, su admiración y amor o pasión por El Quijote y El hereje. Pero, creo que falta, como mínimo, otro rasgo esencial: su ingenio.
Con El hereje, Delibes ha creado la novela perfecta, según la calificación de la autoridad de Ángel Rodriguez. Y ruego a Dios con todas mis fuerzas que acierte de lleno quien ha escrito la biografía literaria delibiana del Instituto Cervantes, cuando afirma que El hereje (1998) <<reúne lo mejor del temperamento de Delibes y da a entender que los límites de su obra completa aún no se han cerrado y admiten una gozosa dilatación>>.
3º Ángel Rodríguez.
Destacaría de él, su caballerosidad, su cervantofilia, su delibianofilia y, sobre todo, su admiración y amor o pasión por El Quijote y El hereje. Pero, creo que falta, como mínimo, otro rasgo esencial: su ingenio.
Ángel es ingenioso en todos los sentidos. 1º En el de “inteligente” (término que los etimologistas Corominas y Pascual documentan por primera vez en El Quijote). 2º En el de “intelectual” (Cervantes no utiliza esta palabra). 3º En el que el DRAE le da en nuestros días: ingenioso es el que posee la facultad de discurrir o inventar con prontitud y facilidad.
Ángel es, pues, un inventor por naturaleza. “Genius”, la voz latina de la que procede “ingenioso”, tiene una acepción muy elocuente: <<la persona misma, su personalidad>>.
Ángel, una pregunta: ¿tú eres tú o eres fruto de uno de tus juegos, de tu magia? En todo caso, eres venturoso. A mi parecer, el venturoso al que se refiere Cervantes cuando dice: <<venturoso aquél a quien el cielo dio un pedazo de pan sin que le quede obligación de agradecérselo a otro que al mismo cielo>>.
4º Ángel Mª de Pablos y sus “Amigos del Teatro”.
Si Delibes ha creado la novela perfecta, vosotros también representáis el arte como lo entendemos muchos: como la perfección de la naturaleza humana capaz de meditar, imaginar y moralizar. Vosotros véis lo que no existe en la realidad.
Aunque el agradecimiento suela envejecer rápidamente, como observaba Aristóteles, hay <<ánforas que conservan siempre el aroma del primer vino que guardaron>>, en opinión de Horacio que hago mía. Ángel, amigo, que sigamos otros 40 años de afecto y deferencias.
5º Asistentes.
Aunque el agradecimiento suela envejecer rápidamente, como observaba Aristóteles, hay <<ánforas que conservan siempre el aroma del primer vino que guardaron>>, en opinión de Horacio que hago mía. Ángel, amigo, que sigamos otros 40 años de afecto y deferencias.
5º Asistentes.
Queridos lectores, queridos oyentes, querido público, gracias por su compañía. Nuestro placer se esfumaría si no disfrutáramos de su presencia. Con ustedes, nosotros hemos viajado hacia las estrellas. Ojalá que, a la recíproca, ustedes tengan un buen recuerdo de esta jovencísima Universidad. En nombre de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, hasta pronto.
Programa de las Jornadas (23, 24 y 25 de mayo de 2005)
Programa de las Jornadas (23, 24 y 25 de mayo de 2005)
Lunes, 23 de mayo. 19:30 h.
“Realidad, ficción y juego en El Quijote”. Ángel Rodríguez González.
Muestra cómo Cervantes juega con sus ficciones narrativas y trata de que el lector participe de las ficciones lúdicas de los personajes de sus obras. Expone el juego de la ficción quijotesca y el juego de la agonía locura-cordura. Y demuestra que lo que Don Quijote realiza es una simulación lúdica, que algunos interpretan como alienación, y que para otros puede ser un gran acto de cordura o de locura sublime.
Escenificación libre: El retablo de maese Pedro, por Amigos del Teatro.
Coloquio.
Martes, 24 de mayo. 19:30 h.
“Apostillas al juego de la ficción cervantina: La Galatea (¿Promesa no cumplida?)” Ángel Rodríguez González.
Como una ficción lúdica más, Cervantes juega con sus obras, aparentemente inconclusas y las termina o recrea en obras posteriores. La tesis pretende demostrar que la tantas veces reiterada promesa de la segunda parte es otro juego cervantino. Como teoría, se trata de encontrar un posible final para dicha novela.
Lectura interpretada: Capítulo IV de la Parte II de El Quijote, por Amigos del Teatro.
Coloquio.
Miércoles, 25 de mayo. 19:30 h.
“Don Quijote, paradigma humano y literario: ‘El hereje’ de M. Delibes” Ángel Rodríguez González.
Miguel Delibes es el ejemplo más evidente y actual de la intertextualidad cervantina quijotesca. El conferenciante enfoca cómo "El Quijote" opera como una voz intertextual en la novela de Delibes.
Lectura interpretada: Capítulo LXXIV de la Parte II de El Quijote, por Amigos del Teatro.
Recitación: Letanía de nuestro señor Don Quijote, de Ruben Darío, por Angel María de Pablos.
Coloquio.
Exposición de grabados de Gustavo Doré. Cedidos por la Excma. Diputación Provincial de Valladolid.