domingo, 22 de marzo de 2015

Benigno Vega-Inclán y Flaquer, arquitecto del "boom" turístico nacional e internacional


Benigno Mariano Pedro Casto de Vega-Inclán y Flaquer (1858-1942) nació en Valladolid (España) y está considerado como uno de los máximos artífices e impulsores del desarrollo del turismo en nuestro país. El segundo Marqués de la Vega-Inclán era un personaje de excepcional capacidad, no solo como realizador, sino también como creador e impulsor de innumerables proyectos culturales de finalidad eminentemente pública e innegable repercusión turística. Además de militar, poeta, articulista, historiador, pintor, arqueólogo, mecenas y un largo etcétera, fue también viajero, nómada, peregrino, hostelero y agente de viajes. "Todo lo imaginable, menos funcionario".

Busto de "Benigno Vega" realizado por Mariano Benlliure.
Patio de la Casa de Cervantes de Valladolid
Desde 1911 y hasta 1928 dirigió la Comisaría Regia encargada de procurar el desarrollo del turismo y la divulgación de la cultura artística popular. Entre sus múltiples contribuciones a la cultura, a la conservación y puesta en valor del patrimonio y al turismo, se pueden citar la creación del Museo del Greco en Toledo (1911), la Casa de Cervantes en Valladolid (1915) y el Museo Romántico en Madrid (1924). Fue el impulsor visionario de la red de Paradores Nacionales (1928), así como de la construcción de hoteles como el de Alfonso XIII en Sevilla (1929) o del rescate del Hotel Ritz de Madrid.

Placa de los Paradores de Turismo ("Calidad, Amabilidad, Leyenda")
El primer Parador fue el de Gredos (Ávila) fundado en 1928.

Félix Tomillo Noguero, conciudadano de "El Marqués", quiso contribuir al reconocimiento de tan importante y polifacético personaje con esta monografía que hoy presentamos en el blog. Para su elaboración contó con el testimonio de su entrañable amigo Nicomedes Sanz y Ruiz de la Peña (1905-1989), otro ilustre vallisoletano, director de la Casa de Cervantes de Valladolid, amigo y confidente de Don Benigno.

El documento es una reedición de 1995 realizada por el Centro Vega-Inclán de Investigación y Desarrollo del Turismo, extraída y revisada de la conferencia que el autor pronunció en la Casa de Cervantes de Valladolid en 1990 y que también fue publicada por dicha Casa y el Patronato de las Fundaciones Vega-Inclán.


El retrato del Marqués, pintado por Sorolla,
ilustra la portada de la monografía.

Dice Félix Tomillo que "el pensamiento de Vega-Inclán es mucho más extenso y rico que mi relato (una traducción libre e inconclusa)". Y dice el autor de esta entrada del blog que es un relato lo suficientemente extenso, rico e interesante como para honrar la figura y legado de El Marqués y disfrutar de su lectura. Baste, a modo de ejemplo, el siguiente fragmento del texto:

<<La fecundidad y acierto de su lucubración y brega se explican por el convencimiento sobre los papeles a desempeñar por el Turismo, la Cultura y España, y por el sistema aplicado para conjuntar los tres.

• El Marqués es la primera voz que, tras desarrollar métodos científicos, se alza anunciando que el Turismo, «terza forza» productiva por orden de valoración histórica, se iba a convertir rápidamente en «prima forza», por rentabilidad económica. No obstante, antepone a esta utilidad material del Turismo, su impagable servicio como instrumento de aproximación y perfeccionamiento de los individuos y de los pueblos.
• «La labor de propaganda y divulgación de la Cultura general [y muy concretamente de la artística popular] (es) base y fundamento en nuestro país para aprovechar y recibir seriamente los beneficios del Turismo». Esta visión prospectiva de lo que todavía ahora constituye porvenir, son palabras de Vega-Inclán, reproducidas por Vicente Traver (pág. 135); el paréntesis tesis, que pretende auxiliar en la comprensión del texto, contiene una idea del Marqués, expresada en otro punto de éste.
• La maquinaria pública que él dirige (la Comisaría y los Patronatos filiales), amalgama de Administración y agentes sociales, con-fusión indisoluble de objetivos turísticos y culturales, motor y enlace de la oferta y la demanda, fabrica siempre los paradigmas que una imaginación desbordante puede confeccionar sin temor a partir de una enorme penuria de medios (recursos humanos, dinero y demás herramientas). Todo su «aparato» se mueve en función de una escala axiológica, se inspira en la fantasía, desprecia el positivismo y hace suyo el lema «audaces fortuna juvat» (la suerte favorece a los osados).

Es incuestionablemente la figura máxima del Turismo español del siglo que vivimos [siglo XX].>>